Peña en las Cortes: «Ha llegado el momento de avanzar hacia un nuevo modelo de gestión por resultados, más interesante y útil para el parlamento y para la sociedad»
Alfonso Peña, presidente de la Cámara de Cuentas de Aragón ante el pleno de las Cortes. (Cortes de Aragón)
El informe de fiscalización de la Cuenta General de la Comunidad Autónoma, ejercicio 2019, recoge una opinión de auditoría favorable con salvedades
Alfonso Peña ha valorado muy positivamente que los grupos parlamentarios hayan expresado hoy en las Cortes su intención de asumir las conclusiones y recomendaciones del Informe de fiscalización de la Cuenta General de la Comunidad Autónoma, ejercicio 2019 y de instar a la Comunidad Autónoma a incorporarlas en un tiempo razonable porque, según ha dicho, “es la mejor manera de dotar de eficacia y utilidad los trabajos que hace la Cámara de Cuentas y de que cumpla con su objetivo, que es mejorar la gestión pública».
El informe, que hoy se ha presentado en sesión plenaria, incorpora seis recomendaciones, entre otras, que la administración autonómica realice una planificación general a la que se ajusten los objetivos concretos de los distintos programas presupuestarios, y que incorpore, sin retraso, técnicas de seguimiento del cumplimiento de dichos objetivos. «Ha llegado el momento de avanzar hacia un nuevo modelo de gestión por resultados, más interesante y útil para el parlamento y para la sociedad que el modelo de contabilidad y cumplimiento, que igualmente habrá de mantenerse”.
Peña ha insistido en este aspecto al señalar que para que ese modelo sea posible el Gobierno necesita una planificación plurianual, vincular a ella los objetivos que cada año se fijan en los programas presupuestarios e identificar indicadores para poder hacer el seguimiento del cumplimiento de resultados «Mientras no tengamos, planificación, objetivos e indicadores de seguimiento va a ser imposible que avancemos hacia una cultura de gestión por objetivos y, en consecuencia, será difícil que la Camara de Cuentas pueda hacer auditorías de gestión de los programas presupuestarios”, ha remarcado.
Igualmente, ha vinculado este desafío a la recepción de los fondos europeos Next Generation previstos para la recuperación tras la crisis sanitaria porque introducen un cambio de enfoque importante: no financiarán proyectos en función de los gastos certificados, sino en función de los resultados obtenidos por lo que «es más necesario y oportuno que nunca que todos rememos para que el modelo de gestión por objetivos tenga cabida en la gestión autonómica».
Otra de las recomendaciones sobre la que ha insistido el presidente de la Cámara de Cuentas apela a la necesidad de reducir la temporalidad en el empleo público con el fin de afrontar con estabilidad los importantes y desafiantes retos que la Administración tiene por delante. En este sentido, Alfonso Peña ha calificado de “excesivo y alarmante” el porcentaje del 46% de empleados públicos temporales, “una bola de nieve que se va haciendo cada vez más grande y a la que hay que dar una solución”.
Alfonso Peña también se ha detenido en los datos sobre contratación de la Administración con los centros especiales de empleo y empresas de inserción, que no alcanzan el mínimo del 3% previsto en la legislación. En Aragón, en 2019 existían 71 centros registrados de estas características y solo se realizaron contratos con 21. Además, la Comunidad Autónoma hubiera podido adjudicar hasta 275 contratos reservados a estos centros y únicamente se formalizaron 53, de los cuales, la mitad fueron contratos menores. “Hemos recomendado que se corrija este incumplimiento por el refuerzo evidente que supone para un colectivo que tiene importantes problemas de inserción en el mercado laboral”, ha afirmado Alfonso Peña.
Sobre el análisis específico de la situación financiera de 17 empresas públicas, incluido en el Informe de fiscalización, el presidente de la Cámara ha indicado que la principal conclusión es que muchas de las empresas públicas dependen del Gobierno para ser viables, tanto por ser el soporte financiero de su capital social como por las subvenciones e ingresos ordinarios que de él reciben. Los datos incluidos en el informe reflejan que, en general, “no pueden volar solas y requieren las aportaciones de capital, subvenciones y compra de bienes y servicios del Gobierno de Aragón».
Respecto al dato de la inversión real en 2019, que fue de 138 millones de euros, Alfonso Peña ha reconocido que es preocupante porque refleja una caída progresiva que, remontándonos al año 2010, es ya del 60%. “Se invierte menos de lo que se destina a pagar los intereses de la deuda, y con un nivel de endeudamiento tan alto como el que tenemos, no es fácil desplegar una política de inversiones públicas”.
En 2019, el endeudamiento de la Comunidad Autónoma alcanzó los 8.812 millones de euros y el remanente de tesorería fue negativo, por importe de 860 millones de euros, lo cual indica falta de liquidez para financiar necesidades presupuestarias en ejercicios posteriores.
Estos datos, entre otros, expresan, según el Informe de la Cámara de Cuentas que la situación financiera de la Comunidad Autónoma era delicada al final de 2019 y que puede empeorar por el impacto del Covid-19 en las cuentas públicas.
En el ejercicio fiscalizado, el gasto consolidado de la comunidad autónoma fue de 6.528 millones de euros, 2.312 correspondientes a gastos de personal y los ingresos ascendieron a 6.328 millones.
Documentación complementaria: